“Ocho disparos al amanecer” (1992) de JOSÉ BASSO. Óleo y acrílico sobre tela, 195,5 x 155 cm
La producción pictórica de José Basso (1949) explora diversas técnicas y materiales, como óleo, acrílico, dibujo, grabado, aerografía, collages y técnicas mixtas, con los que luego ejecuta una obra depurada, cercana al minimalismo, reducida a unos pocos elementos formales de representación. Reconocibles son sus paisajes simplificados, sus formas primarias, el uso del cuadrado, el rectángulo y el círculo para definir la composición, las texturas y el equilibrio en el color para definir el espacio pictórico.
Mediante el uso de la abstracción, la síntesis y la limpieza de las formas como principal recurso, Basso configura su pintura con una personalísima mirada sobre su entorno, pero que de alguna manera lo conecta con la tradición de la pintura de paisaje iniciada en Chile con la representación del “territorio encontrado” por parte de los artistas viajeros del siglo XIX.
Sus referentes visuales se alimentan tanto de su entorno, su historia personal y acontecimientos cotidianos, como de amor, muerte, ausencia, dolor, los que están contextualizados y reformulados en los diferentes soportes. Estos sostienen una puesta en escena donde mundo interior y mundo exterior confluyen para, desde allí, adquirir significados multidireccionales: soledad, represión, muerte, patria, madre, convergen, una y otra vez, a través de elementos, lugares y/o personajes reconocibles, aunque no necesariamente explícitos.
Basso ha recibido innumerables premios y distinciones por su trabajo y ha expuesto en distintos países del mundo destacando su participación en la Bienal de Sao Paulo (1983).