Esta muestra, ubicada en las salas 1 y 2 del Museo de Artes Visuales, presentó obras cuya reflexión se concentra en nuestra relación con las imágenes, deformándolas, diseccionándolas, descomponiéndolas, invirtiéndolas de su sentido dado.
El estatuto de la representación en su construcción, el temor a las imágenes, se grafica o toma forma en diversos medios, prevaleciendo quizás lo pictórico (algo muy local). Materialidades, discursos y desplazamientos de campo elaboran a partir de esta impronta que ha entregado al itinerario nacional varias trayectorias sobresalientes.
Interrogar la imagen por la curadora Carolina Castro
En el cruce generacional propuesto por esta exposición, desde el reconocimiento compartido, surge un modo poderoso de investigación y estimulación en torno a la construcción de la imagen. Cada artista ha escogido una gran diversidad de medios para ello. En las obras de este conjunto parece emerger una sensibilidad común en la que el pasado no es pasado, y donde la autoconciencia y la relación de uno, la propia biografía, con el poder recursivo del discurso visual, sustenta la disputa intelectual de la imagen artística.
En el presente existe una tensión teórica, una dialéctica, entre objeto e imagen, entre lo virtual y lo real, lo material y su significado que se conecta además a la forma en que las imágenes viajan como objetos y circulan en la esfera pública, entre imaginarios culturales y temporalidades.
Nos preguntamos, ¿por qué no comprometer la materialidad de la imagen junto con la materialidad de otros elementos visuales?, ¿cómo se piensa el medio a través de la imagen que contiene?, ¿por qué no considerar las imágenes inmateriales que existen dentro de nuestras mentes y memorias, no encarnadas y sin embargo dentro de nuestros cuerpos?, ¿pueden llevar las imágenes a otras formas de la organización de lo sensible, a interferencias donde lo individual lleve también a lo colectivo?
Esta selección indaga en la posibilidad de extender el espíritu de la producción visual chilena de los últimos cuarenta años interrogándose sobre la trascendencia de las imágenes, su arraigo dentro de las estructuras de poder, así como su curso y creación de realidades.