Sin título (1979) de SAMUEL ROMÁN. Escultura 45 x 30 x 30 cm
Samuel Román (1907-1990) estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile donde tuvo como profesor al artista Virginio Arias. Posteriormente, iría a perfeccionarse en la Academia de Berlín y en otros países como Estados Unidos, Brasil, Argentina y Venezuela.
Profesor de la Escuela de Artes Aplicadas, Román pertenece a la primera generación de escultores modernistas chilenos que esparcieron los valores de la escultura europea, como la talla directa en piedra. Dejó un extenso cuerpo de obra escultórica en materiales diversos: greda, bronce, terracota y yeso trabajado en monumentos, esculturas por encargo y piezas en gran y pequeño formato. En ellas sobresale un estilo limpio en formas y volúmenes. Las leyendas y lo popular aparecieron constantemente en su trabajo, desplegando también en algunos símbolos y contenidos precolombinos y otros elementos de la identidad nacional.
En el desarrollo de sus trabajos, además de la depuración mencionada, una constante fue la pérdida de la narratividad en virtud de cuestiones más míticas. También buscar la energía y las formas asociadas al tema que une a la escultura con la materia. Con la materia estableció siempre y progresivamente una relación sensual y orgánica: lo nativo podía, por ejemplo, potenciarse por medio del volumen, una figura femenina dinamizarse con el viento o mostrar su fuerza mediante una forma arcaica. La incorporación de adornos orgánicos en algunas de sus piezas, así como transformar algunos de sus elementos en decoración, fueron otras de sus características.
Entre sus obras públicas están el Monumento a Balmaceda en la actual Plaza de la Dignidad (Plaza Baquedano), “Las educadoras”, un monumento a la inserción de la mujer en la educación superior en el bandejón central de Alameda, la Estela monumental del Parque de las Esculturas y el busto a Luis Emilio Recabarren del Parque Almagro.
Obtuvo el Premio Nacional de Arte en 1964.